Migrar es una decisión que transforma. Implica despedidas, cambios y adaptación. Pero también deja un espacio vacío: el de las pequeñas cosas que hacen hogar. Para muchos hondureños en el extranjero, hay costumbres, sabores y sonidos que se vuelven recuerdos constantes.
Estas son algunas de las cosas que nuestros compatriotas dicen extrañar más, según encuestas realizadas por la Fundación 15 de Septiembre (organismo de apoyo a la comunidad migrante hondureña en EE.UU.):
1. Las baleadas
La comida es el vínculo emocional más fuerte con la infancia y la tierra. La baleada, según la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, es uno de los alimentos más representativos del país, y su ausencia se siente como una nostalgia térmica.
2. El ruido de la calle
Desde los vendedores ambulantes hasta la radio a todo volumen, el ruido tiene calor humano. En contraste, muchos migrantes se enfrentan al silencio urbano o a la frialdad sonora de otras ciudades.
3. Hablar con "vos" sin explicar nada
El "vos" es identidad. Muchos hondureños comentan sentirse fuera de lugar al tener que adaptar su habla para ser entendidos, perdiendo parte de su expresividad natural.
4. Las frases de la abuela
Expresiones como "Ay, vos" o "Dios primero" no solo son palabras: son afecto codificado. Estas frases se vuelven anclajes emocionales en la distancia.
5. La sensación de pertenencia
Las cosas simples como la lluvia inesperada, los apagones compartidos o el café colado por la vecina se vuelven recuerdos esenciales de identidad.
En Glifos, diseñamos para que esa parte te acompañe. Queremos que cada prenda sea un puente emocional: algo que te recuerde quién sos, de dónde venís y por qué vale la pena llevar a Honduras en el corazón y en la ropa.
Fuentes:
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Fundación 15 de Septiembre. Informe de migración hondureña 2022.
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UNAH, Facultad de Ciencias Sociales. Cultura alimentaria y migración.
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Testimonios recopilados en foros migrantes hondureños (Redes sociales y medios comunitarios).